viernes, 20 de septiembre de 2013

Problematización



SITUACIÓN PROBLEMÁTICA

Ningún estudiante es igual a otro. Cada uno de los alumnos que tengo la oportunidad de atender son poseedores de diferentes características en términos de personalidad, de gustos, preferencias, habilidades, aptitudes, actitudes y valores; todos estos elementos con total incidencia en su manera y ritmo de aprender.

Resultado de esta condición, en la actualidad están siendo considerados de manera importante todos los elementos relacionados a las inteligencias múltiples y los estilos de aprendizaje. El segundo derivado del primero, ambos cruciales para la selección de las corrientes pedagógicas a seguir así como para el desarrollo de modelos educativos, planes de estudio, diseños instruccionales, programas de asignatura hasta la planeación, implementación y evaluación clase por clase.

El problema radica en encontrar la forma de poder presentar los nuevos saberes, habilidades y valores de tal manera que puedan atrapar la atención de todos los estudiantes sin que sus diferencias en personalidad, gustos y habilidades, lo afecte.

Los materiales, entonces, deben ser diversos en diseño, cantidad y distribución de la información, manera de ponerlos en práctica, forma de relacionarlos con saberes ya adquiridos, entre muchas otras consideraciones; todo con la finalidad de realmente cumplir el o los objetivos de aprendizaje en cada estudiante, pero ¿cómo llevarlo acabo si los alumnos son muchos y el tiempo a cubrir los programas muy estrictos?



SITUACIÓN PROBLEMÁTICA ESTABLECIENDO RELACIONES ENTRE PROCESOS Y PROBLEMAS

El proceso de enseñanza y aprendizaje puede tornarse tan complicado o tan fácil como el ambiente lo permita. Importante es destacar que al hablar de ambiente no se habla sólo de las condiciones físicas que rodean a los estudiantes sino a todas las mediaciones pedagógicas que son incorporadas a lo largo del proceso.

Las mediaciones pedagógicas son modificadas de manera importante al trasladarnos de una modalidad de enseñanza presencial a una virtual. Mientras que en la presencial, las condiciones físicas del salón de clases (cantidad y calidad de luz, organización y tipo de mobiliario, pizarrón…) y la calidad de la cátedra representan en gran medida el éxito o fracaso del aprendizaje; en la virtualidad, los materiales y la convicción y condición autodidacta del estudiante son factores de fuerza y, por lo tanto, determinantes para que todo llegue a un feliz fin. El fin, lograr los objetivos de aprendizaje.

En la virtualidad, la figura del asesor es de las mediaciones pedagógicas más importantes ya que, a pesar de que no existe interacción cara a cara; debe llevar a cabo su tarea de tal manera que sus explicaciones escritas así como sus frases de apoyo, motivación y retroalimentación académica y actitudinal, tengan el efecto que desea. Sin embargo, por su parte, los materiales llevan en sí una responsabilidad igual de importante ya que deben además de ser bien explicados, ser presentados de manera variada para poder atraer la atención de todos los estudiantes. Los alumnos tienen diferentes gustos y habilidades, diferentes preferencias y actitudes; los materiales por lo tanto deben presentar la información de una forma tal que el estudiante auditivo, kinestésico o visual, no sólo lo entienda sino lo disfrute.

La situación problemática a analizar precisamente radica en cómo lograr el diseño de los materiales de un curso virtual en esa manera variada.

El núcleo del problema es la relativa imposibilidad de diseñar y producir mediaciones pedagógicas (materiales) que sean atractivas a todos los estudiantes. Lo que hace imposible esto es a) el número de alumnos en un grupo, que generalmente es grande por lo tanto muy variable en inteligencias; b) la falta de un estudio efectivo que determine el estilo de aprendizaje, c) los tiempos establecidos e inflexibles para cubrir los programas de las asignaturas, entre otros. Cabe destacar que se utiliza la palabra relativa porque en el caso de tener un grupo homogéneo en cuanto a estilos de aprendizaje e inteligencias múltiples, esta problemática es resuelta de cierta manera.


REFERENCIAS


Sánchez, R. (1993). Didáctica de la problematización en el campo científico de la educación. Perfiles Educativo, No. 61 pp. 64-78

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